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viernes, 20 de octubre de 2017

El Diezmo y sus Beneficiarios


sábado, 28 de enero de 2012


EL DIEZMO PROTESTANTE ACTUAL: ¿UN MANDATO DE DIOS O UN GRAN FRAUDE?
     
          Aunque suene algo fuerte lo que escribire en este analisis, dire tajantemente que el diezmo se pide por 2 razones, la orimera es por ignorancia escritural, y la segunda es por sinverguenzura y nulo temor a Dios, no existe otro fundamento para pedir los diezmos en las congregaciones.

          Estamos convencidos de que varias personas tienen muy clara la respuesta a la pregunta formulada,  nos es necesario informar a aquellos que todavía están seguros y con la palabra de Dios como principal fundamento, poder despejar las dudas y temores que hoy afectan a los cristianos genuinos.   

       En el diccionario de la Real Academia Española (R.A.E.), encontramos el significado de la palabra diezmo (el segundo significado, relacionado con la iglesia): “Parte de los frutos, regularmente la décima, que pagaban los fieles a la iglesia”.  Utilizaremos, como siempre, la Biblia Reina-Valera, 1909.

        Una de las referencias al diezmo, la encontramos en el libro de Levítico: “y todas las décimas de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová son: es cosa consagrada a Jehová y si alguno quisiere redimir algo de sus décimas, añadirá su quinto a ello.  Y toda décima de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, la décima será consagrada a Jehová.” (Capítulo 27, Versículos 30 al 32).
  
       También citaremos Números, capítulo 18: 21, que dice: “y he aquí yo he dado a los hijos de Levi todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo del testimonio.”  Es conveniente también citar lo que dice el capítulo 14 de Deuteronomio: “Y no desampararás  al Levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo.  Al cabo de cada tres años sacarás TODO EL DIEZMO DE TUS PRODUCTOS de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades.  Y vendrá el Levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que hubiere en tus poblaciones, y comerán serán saciados;  para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos que hicieres.”

          Solo leyendo los párrafos anteriores que contienen tres citas bíblicas, la misma palabra de Dios nos  prueba importantes aspectos del diezmo.  En primer lugar, el diezmo era agrícola y ganadero (cosechas y animales) no en dinero.  En segundo lugar, el diezmo fue establecido para el sustento de los Levitas, que no tenían heredad en la tierra en común con las otras tribus de Israel y también para los necesitados.  En ninguna parte de estos pasajes bíblicos se habla del 10% del sueldo en dinero.

          Existen varios versículos bíblicos que confirman que el diezmo se daba en productos de la tierra o agrícolas no en dinero.  Por ejemplo, en Deuteronomio: “Indispensablemente diezmarás todo el producto de tu simiente, que rindiere el campo cada año.  Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para hacer habitar allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y los primerizos de tus manadas, y de tus ganados para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.” (Versículos 22 y 23)  Otro pasaje es el de Deuteronomio, capítulo 26, versículos 12 y 13, donde dice: “Cuando hubieres acabado de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al Levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda;  y comerán en tus villas y se saciarán. ….” 

         Como usted puede darse cuenta, el diezmo nunca fue establecido en dinero y el pasaje de Malaquias 3, que es tan utilizado por los pastores o líderes que piden diezmos, confirma esta verdad bíblica.  Este pasaje dice: “¿Robará el hombre a Dios?  Pues vosotros me habéis robado.  Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado?  Los diezmos y las primicias.  Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa;  y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”

       Claramente Dios esta hablándole a un nación (país) y no a la iglesia, pero hoy día los pastores inescrupulosos, enseñan a diezmar a la congregación, y así ellos vivir reposadamente sin preocuparse de trabajar,  este pasaje habla de traer los diezmos al alfolí (granero) y de que haya alimento en la casa de Dios. Aquí, públicamente el Señor reprende a los que, en ese tiempo, no traían sus diezmos al alfolí, que era el alimento de los Levitas y necesitados.  De ningún modo habla de un porcentaje de dinero.  

      Este pasaje bíblico es clave para saber cuál es la forma de dar que se nos enseña en el Nuevo Testamento.   Si usted sigue la concordancia “p” del pasaje de Malaquias 3, que nos habla del diezmo en el Antiguo Testamento, descubrirá que nos lleva a 2 de Corintios 9: 6-8, del cual extraemos el versículo 7 que dice manifiestamente:  “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza o por necesidad;   porque Dios ama el dador alegre.” Este es el modo de dar, lo que uno propuso en su corazón y con alegría.”  ¿Cuántos hermanos hoy dan el diezmo por obligación y no con alegría?  ¿Cuántos entregan los diezmos a cambio de la bendición del Señor o para no ser catalogados de “ladrones”?

          El diezmo era una ley establecida por Jehová, dentro del pueblo de Israel, para el sustento de los Levitas y necesitados y era entregado en cosechas y animales.  Usted se preguntará entonces ¿Por qué gran cantidad de pastores evangélicos piden diezmos en la actualidad?  
      En ninguna parte del Nuevo Testamento, ni el Señor Jesucristo, ni los apóstoles enseñan a diezmar y mucho menos que es el 10% del salario.  La palabra “diezmo” se menciona en tres partes en el Nuevo Testamento.  Se habla de los fariseos que lo daban (Mateo 23: 23 y Lucas 11, 42), porque todos sabemos que ellos se vanagloriaban en guardar la ley de Moisés.  En Lucas 18: 12 al 14, tenemos al fariseo que se jactaba de dar el diezmo y de ser mejor que los demás y no resultó justificado, ni bendecido.  Las otras veces que se nombra el diezmo es en la carta de Pablo a los Hebreos y es el que da por única vez Abraham a Melchisedec  y era parte de un botín de guerra. (Y dicho sea de paso NO ERA DINERO)

          Lamentablemente, mucho pueblo de Dios y no lo decimos con el propósito de ofender, tiene poco conocimiento de la Escritura, entonces opta por lo más fácil que es aceptar todo lo que su pastor diga sin siquiera comprobar si lo que está hablando o enseñando se enmarca en la Biblia.  A muchos les es más fácil escuchar la radio que sentarse un rato a escudriñarla Biblia y de esta forma se han transmitido muchos errores que el pueblo de Dios ha aceptado como “verdades”.  Es vergonzoso hoy día en iglesias evangélicas cómo se tergiversa o se descontextualiza la Biblia para manipular a los hermanos que no se preocupan de comprobar lo que se les enseña.

          Los pastores evangélicos que piden diezmos se han armado de una serie de argumentos bíblicos sacados de contexto o derechamente tergiversados para defender su postura.  Uno de los versículos más usados para hacer sentir miserables a sus ovejas con el asunto del diezmo es el de Malaquias 3, que ya citamos en el párrafo arriba ya leido.  Con este versículo, sacado de contexto,  tratan de “ladrones” a los que no dan los diezmos.  Se les olvida a estas personas que ya no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia.  Es necesario recordarles que no estamos en el antiguo pacto, sino en el nuevo.  Porque si pretenden hacer creer que el diezmo hay que darlo hoy, entonces tendríamos que guardar toda la ley de Moisés, tendríamos que sacrificar animales y matar a todos los hijos rebeldes, los sodomitas, los adúlteros, los idólatras, etc.  Y una serie de leyes más.  Se fija, estimado lector, que los que piden el diezmo sólo escogen algunas cosas muy convenientes de la ley de Moisés.

          Otro argumento que utilizan los defensores del diezmo, son pasajes como Gálatas 6:6, donde dice: “y el que es enseñado en la palabra, comunique en todos los bienes al que lo instruye”.  Nuevamente, no aparece el porcentaje que ellos piden.  Lo que dice aquí es que una persona que se dedica al evangelio es digna del sustento y no de una cuota del 10 % o de que le den dinero.  Además, una persona que ha sido convencida de entregar su diezmo, no está siendo instruida en la palabra, puesto que la misma palabra nos enseña que el diezmo no es para estos tiempos y además, nos enseña la forma correcta de dar.  Y como ha sido engañada con múltiples pasajes bíblicos tergiversados o sacados de contexto, no estaría obligado a dar su ayuda u ofrendas a este tipo de personas, porque evidentemente no está siendo enseñada en la verdad de la palabra de Dios. 

      En Gálatas 6: 6, hay una concordancia “c” que nos lleva a 1ª de Corintios 9:14, que dice: “Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”.  Otra vez, no se habla aquí del 10% del sueldo.  Este pasaje forma parte de la enseñanza de Pablo respecto al tema.  Pero estos astutos pastores no leen el versículo en el contexto, pues no les conviene.  Si leyeran este versículo dentro del contexto leerían lo siguiente: “Si otros tienen en vosotros esta potestad, ¿no mas bien nosotros?  Más no hemos usado de esta potestad (de la potestad de vivir del evangelio): antes lo sufrimos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.  ¿No sabéis que los que trabajan en el santuario, comen del santuario; y que los que sirven al altar, del altar participan?  Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.  Mas yo de nada me aproveché: ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo;  porque tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana esta mi gloria.”  Claramente, el apóstol nos enseña que evitaba usar de la potestad de vivir del evangelio para no poner obstáculo al evangelio y que no se aprovechaba de dicha potestad.

          Citaremos lo que Pablo enseñaba contra el desorden.   En 2 de Tesalonicenses, en el capítulo 3, versículos 6 al 11, dice: “Empero os denunciamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme a la doctrina que recibieron de nosotros:  Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos:  porque no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos el pan de ninguno de balde;  antes, obrando con trabajo y fatiga de noche y de día, por no ser gravosos (carga) a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos potestad, sino por daros en nosotros un dechado (ejemplo), para que nos imitaseis.  Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.  Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear.”

       Hay una concordancia “q” que nos lleva a Génesis 3: 19, donde se nos aclara que el trabajo al que Pablo se refiere es el trabajo MATERIAL.  Esto es confirmado en Los Hechos 20: 34, donde el apóstol dice: “Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario, y a los que están conmigo, estas manos me han servido.”  La cita “j” de este versículo nos lleva a Los Hechos 18: 3, donde dice: “…..y  porque era de su oficio, posó con ellos, y TRABAJABA;  porque el oficio de ellos era hacer tiendas.”  Estimado lector, como usted puede comprobar Pablo trabajaba, a pesar de que tenía potestad de vivir del evangelio (no de recibir diezmos, sino de ser sustentado) y esto lo hacía para  poner el ejemplo y no poner obstáculo al evangelio.  Y además, enseñaba que el que no quería trabajar tampoco comiera.  ¿Por qué los líderes defensores del diezmo no imitan a Pablo?  Porque si Pablo trabajaba (y sabemos que Pablo era muy superior a muchos pastores de hoy)  ¿Por qué ellos no pueden trabajar?  Se fija, estimado lector, que no hay impedimento para que los líderes religiosos trabajen materialmente.  De hecho, nosotros tenemos un vecino que es pastor, no pide diezmos y trabaja en un consultorio como guardia.  Igual tiene tiempo de hacer reuniones, visitar enfermos y dedicarse a la obra del Señor.

          Es tan evidente que muchas iglesias son verdaderos negocios, que tal vez usted no se sorprenda con esto: tanta es la ambición de algunos ministerios “evangélicos” que cuando uno entra a ciertas iglesias inmediatamente le piden la liquidación de sueldo para calcular el diezmo.  Increíble. Lamentablemente,  también se han dado casos de pastores que comenzaron bien su ministerio, como el pastor Marcos Morales Chávez del Ministerio Cruzada de Poder.  Este varón, en el año 2000 aseguraba que nunca iba a publicar el número de una cuenta para pedir dinero, porque no era ético.  Que si alguien quería su cuenta, la daría en forma privada.  Y actualmente, cambió su discurso y ahora no tiene ningún problema en publicar una cuenta para que los oyentes depositen sus aportes. Es más,  habia un spot publicitario en la radio que habla de que en 47 meses se terminan de pagar las cuotas de la adquisición de la radio Yungay (ahora llamada Palabra Viva).  Lo más curioso del caso es que esta publicidad de los 47 meses estuvó al aire por mas de 25 meses y siguen faltando 47 meses.    Sus seguidores estában tan ciegos que  no se daban cuenta de esta evidente irregularidad y falta de transparencia. 

          Otro caso es lo que sucedió en la iglesia Jotabeche, donde hubo peleas (que además se hicieron públicas) por quedarse con el cargo de obispo que quedó cuando el pastor Javier Vásquez Valencia falleció años atrás.  El motivo detrás de la disputa eran los millones que reunían recolectando diezmos en todos sus circuitos.   Un caso similar sucedió en la iglesia Impacto de Dios, donde el “pastor”  Ricardo Cid peleó con su propia hermana para quedarse con los diezmos que reunían en su iglesia, cuyo valor ascendía a 90 millones de pesos, llegando incluso a los tribunales de justicia.  Bien puesto el nombre del ministerio.  Ojalá el impacto hubiera sido por buenas obras o excelente conducta.

           Tal vez usted recuerde el ministerio llamado Vida Visión, liderado por el  autodenominado “apóstol” Alejandro Martínez (ahora coch-motivacional),  quien con su inseparable amigo Jimmy Subarzo pretendían comprar en canal 2 de televisión abierta.  Por años estuvieron pidiendo y recibiendo ofrendas, diezmos, donaciones y al final,  nunca compraron el canal ¿qué pasó con el dinero?  Sólo Dios sabe, porque no creemos que lo hayan devuelto a sus seguidores.   Estos personajes tienen mal testimonio y predican el falso evangelio de la prosperidad, tal como el ministerio Pare de Sufrir.  Si usted no conoce el humilde hogar de su obispo, don Edir Macedo, le invitamos a buscarlo en la Web.  Y se dará cuenta lo que hace este hombre con los diezmos y ofrendas que pide.  Y para qué hablar de Fernando Chaparro o de los internacionales  Cash Luna, Morris Cerulos, Guillermo Maldonado, Dante Gebel, Cesar Castellanos, Dina Santa María, Di Roco y nos faltaría espacio para seguir escribiendo sobre falsos hermanos que han lucrado con el asunto del diezmo. Es tal la evidencia que aún los cantantes mundanos saben que el diezmo es un fraude.

          Los pastores que defienden el diezmo, no tienen argumentos sólidos para sostener su postura.  ¿Ha escuchado usted a alguno de ellos predicando sobre el ejemplo de Pablo, que no usaba la potestad de vivir del evangelio y trabajaba para ser un ejemplo?  La respuesta es obvia.  El hecho de que un pastor pida diezmos, sea obligatorio o voluntario, engendra una consecuencia muy grave para el ministerio y es que las personas crean cada vez menos, porque ven como muchos pastores se han enriquecido con el dinero de los diezmos y esta es una realidad que nadie puede negar. 

      El evangelio ha sido desprestigiado, sobre todo por los predicadores de la prosperidad.  Por eso Pablo no usaba de la potestad de vivir del evangelio, sino que trabajaba por no poner obstáculo al evangelio de Jesucristo.   Sabemos, como humanos, que cuando hay dinero de por medio, se generan muchas desconfianzas, pleitos y ambiciones que no edifican, sino que destruyen.  Por eso, todos los pastores deben imitar a Pablo, quien trabajaba con sus manos y evitaba ser mantenido por la iglesia.  Y si este apóstol trabajaba ¿por qué no pueden hacerlo los pastores en la actualidad?    Muchos pastores usan el diezmo para comprarse casas, autos, viajar y tener una vida cómoda.  Otros los usan para pagar espacios en televisión y radios.  Probablemente, algunos se pregunten  ¿pero cómo puedo solventar los gastos, si no pido diezmos?  Se olvidan que Dios conoce nuestras necesidades y las cubre.  Se olvidan del ejemplo de Nehemías al cual se le proveyó todo para reconstruir Jerusalem.  o como Dios proveyó a la viuda de sarepta de sidon, a la cual no le faltó la harina y el aceite por un año, Al Señor le sobran los recursos para cubrir la parte financiera de sus hijos. Bastaría con lo que cada hermano proponga en su corazón y con el respaldo del Señor nada nos faltaría.  la frase: "para gastos y sostenimientos de la obra" es tan comun hoy en los pueblos que dicen ser evangelicos.
    Querido hermano en Cristo Jesús, muchos pueblos denominados evangélicos, se caracterizan por arrendar locales para realizar sus reuniones, entonces pasan años arrendando y no juntan el dinero para comprar un lugar y establecer allí su lugar de adoración. pregunta ¿que pasaría si alrededor de cinco años juntaran el dinero y se compraran el local?, la respuesta es mas que evidente, se acabaría el negocio.

         Ahora, con esto no estamos diciendo que usted no debe dar para el Señor, porque pasaríamos a fomentar la avaricia o  la ambición que Dios condena , es necesario hacer colectas en las congregaciones tal como lo enseña Pablo, algo que salga de un corazón con gratitud, no con tristeza, no obligado por una ley que caducó hace mas de 2000 años, los que decimos ser Cristianos no podemos cerrar nuestra mano al pobre, a las viudas a los huérfanos y menesterosos que siempre habrán entre nosotros. 

          Le invitamos a comparar y comprobar estos pasajes bíblicos y concluimos en decir que el 10% del sueldo en dinero nunca fue establecido por Dios en la Biblia y que la forma de dar hoy es lo que usted disponga en su corazón y con alegría, tal como el apóstol Pablo lo enseña.  Y la respuesta a la pregunta que encabeza este volante es más que evidente.   

         


Frank Paya , 2001.

paya@ctv.es
paya@apdo.com

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